EL COLECCIONISMO

¿QUÉ SIGNIFICA COLECCIONAR?

Todo coleccionismo es un intento de construcción, que va cobrando sentido en la medida que se despliega en la intimidad. Coleccionar puede dar un giro substancial a la vida , ya que tiene un código que se va descifrando a medida que sucede y en ese devenir va a aparecer el sujeto, un sujeto desconocido, que se va a armar a partir de la sensibilidad y del gusto, y mas adelante vendrá el interés en hilvanar el discurso.

El conocimiento social y la experiencia personal se entrelazan en la experiencia de la percepción.

El arte es un lente de aumento puesto sobre la multitud de hombres que componen una sociedad.

En lo individual, genera un sentido nuevo, y un valor a la intimidad.

Lo interesante es rescatar el propio relato múltiple de arte, así sea violento, promiscuo, sublime, contaminado, extasiado, iluminado, importante, mínimo, olvidado y recordado, no importa cual, pero que sea propio

Pero... ¿Cómo se empieza a coleccionar?

Es mucho mas fácil de lo que todos creemos, no hace falta una inversión millonaria, para nada, al contrario, hace falta simplemente la intención y el deseo por abrir aquella puerta que nos llevará donde ni siquiera sabemos.

Más que una suma de dinero, lo importante en una colección es contar con un buen asesoramiento.

Las colecciones van cambiando de guión en la medida que el gusto se va afianzando o determinando, o simplemente modificando.

Se trata de establecer nuevas relaciones entre los hombres y los objetos.

El arte es valor perdurable, motivo de interés y de comunicación entre los pares.

Y la vida cambia desde el momento que tenemos un interlocutor, siempre testigo de las dudas, las alegrías, las tristezas.

Y reemplazar los signos: arte por dinero.

La galería es un lugar para expresarse, un lugar de reunión, para compartir gustos.

Y vivir el arte, ser el arte, es hacerlo partícipe de la cotidianeidad.

El juego no exije que se crea en él, y tampoco se trata de creer en las apariencias cuando se presentan como tales ( el arte, por ej.) Existe una relación de los jugadores con las reglas del juego: un pacto simbólico, que nunca es el de la relación con la Ley. La ley es necesaria, la regla es fatal. No hay nada que entender de la regla.

Entre los jugadores, es ser cómplice de la misma ilusión, que debe ser compartida en lo que es superior a la verdad y a la ley, que pretenden reinar por completo.

El juego es transformar la incertidumbre en regla.

Los dioses encarnaban el juego, el caos, la ilusión del mundo, y no su verdad.

Con las reglas del juego y del caos podemos recuperar la libertad de los Antiguos.

Lic. Adriana Budich