1.10.07

CARLOS BURGOS

FALSOS MONUMENTOS


Los misterios impenetrables de los megalitos de Burgos nos enfrentan con lo indescifrable y lo infinito. Su obra es fundamentalmente metafísica, sus imágenes son poéticas y dicen de una preocupación espiritual, casi mística. El tiempo, el silencio, la relación del hombre con el universo, los ritos.

Paradójicamente, o no se han encontrado paramegalitos en la provincia de Burgos y son de los mas antiguos de la península ibérica.

Estos son otros, los paramegalitos de Carlos Burgos, conmemoraciones actuales, monumentos antropomórficos, sustentantes y sustentados.

Su silencio arqueológico se nos hace necesario e irrefutable, pareciera buscar anclajes históricos desde donde poder encontrar pistas. No procura ninguna certidumbre, sólo extrapola la historia. Nos recuerda aquello que todavia no está descifrado. A la manera de dólmenes y menhires, protege, el equilibrio mental confiriendo volatilidad a aquello que significaba fuerza, el oximoron.

Establece un puente entre la abstracción de Kandinsky y el silencio de Rothko. La magia de sus pinturas 3D alteran los campos de la percepción, magia de lo que aparece sin ser visto.

El hombre ausente en las obras se hace presente participando de la muestra con la singularidad de la mirada que seguramente será original en cada uno.

Es un artista de excelencia, disfruta, conoce el oficio, explora, investiga, reflexiona, descubriendo posibilidades técnicas inesperadas. Sabe lo que quiere decir y utiliza todas las herramientas para ello.

Es un trabajador del arte, todos los medios le son accesibles: dibujo, pintura, pintura 3D, fotografía, escultura, videoarte, teatro.



Lic.Adriana Budich







ESTA MUESTRA PERMANECIÓ ABIERTA AL PÚBLICO DESDE EL 25 DE JULIO AL 10 DE AGOSTO DE 2006, EN ANCHORENA 1392.

2 comentarios:

Emanuel Toth dijo...

como variaciones constantes sobre la gran sinfonía de la existencia humana en sus lados diurnos, pero aún más, como es congruente con la sensibilidad finisecular, en los nocturnos. El amor y el odio, el deseo y la angustia, las pasiones y las emociones, son elevados a arquetipos de la vida anímica del hombre moderno o, incluso, de la propia condición humana.

Anónimo dijo...

para lucchesi